Daré por ti una palmera
Cuando estoy en el ingenio
de azúcar blanca, de mi señor,
por eso trabajo ansioso,
¡y nunca pienso que hay dolor!
¡Daré por ti una palmera,
de las que nacen en mi país!
Por una mirada tuya,
diera la vida, si quieres tú.
Cabello de oro fino, frente espaciosa,
fina nariz, boca de nácar, ojos de cielo.
De los que nacen, en el mes de abril.
Autor: Anónimo
Fuente: Bárcenas Freyre, Jose. Su majestad la marinera: pocos ya quedan que te canten, que te bailen y que te quieran. Lima – Perú, 1990, p105.