Las Cigarreras
Cuando se arma, bronca en casa,
que siempre se arma una de lo mejor,
enseguida se lo cuentan
por teléfono al Gobernador.
Se viene el hombre, todo asustado
con todo esto, que le han contado,
y al verlas dice: “Válgame Dios con
estas chicas no me atrevo yo”.
Ay, qué gracia tienen las cigarreras
cuando dejan los guantes en la escaleras;
y si viene tropa armada, para pelear
dejarlos sin resuello hasta que no puedan más
ay, ay, ay; más respirar.
Autor: Anónimo
Fuente: Huambachano Temoche, Luciano. (Lima – Perú, 2004). RECOPILACIÓN DE VALSES, POLCAS, PASILLOS, CANCIONES, MARINERAS, FUGAS Y RESBALOSAS, p248.