Dios hizo a la mujer
Dios hizo a la mujer,
de una costilla.
¡Qué divino poder! ¡Qué maravilla!
Yo quisiera saber, cómo se hace eso
y, hacerme diez mujeres,
comprando el hueso.
¡Vaya profanación!
¡Qué sacrilegio!
No se asuste, señor,
que yo no quiero;
líos con mi mujer ni con el cielo.
¡La que Dios me dio, vale por diez!
Autor: Anónimo
Fuente: Bárcenas Freyre, Jose. Su majestad la marinera: pocos ya quedan que te canten, que te bailen y que te quieran. Lima – Perú, 1990, p53.