En la torre de mi gusto
En la torre de mi gusto
donde tan alto me vi
como el cimiento era falso
otro subió, yo caí.
Tienes unos ojitos,
morena, y una mirada,
que roban los corazones
negra del alma, ah ah, ah;
qué fatiga, ah ah ah; qué dolor1,
que cuando pido un favor
lo han de negar para mí, ah ah, ah;
qué fatiga, ah ah ah; qué dolor
que estando la niña enferma
no le llamen al doctor.
Autor: Anónimo
Fuente: Chocano Paredes, Rodrigo. ¿Habrá jarana en el cielo? Tradición y cambio en la marinera limeña, Lima – Perú, 2012, p303.
Nota: Repertorio de Francisco Ballesteros.
Pies de página:
1: En el audio de referencia salta de esta parte al final. No es poco común que algunos cantores estén más familiarizados con versiones más cortas de algunas resbalosas.