Dormido en tus brazos me quedé
Yo dormido en tus brazos me quedé
resplandiendo los fulgores de tu amor;
escuchando con dulzura y con rubor
los latidos de mi pobre corazón.
Ay, que se apaga la estrella mía
feliz sería en los brazos de tu amor;
son refulgentes mis esperanzas
la noche avanza, adiós, para siem…
adiós para siempre, adiós, también.
Autor: Anónimo
Fuente: Huambachano Temoche, Luciano. (Lima – Perú, 2004). RECOPILACIÓN DE VALSES, POLCAS, PASILLOS, CANCIONES, MARINERAS, FUGAS Y RESBALOSAS, p238.